David Sánchez Salas

David Sánchez Salas
Escrito por David Sánchez Salas

miércoles, 18 de febrero de 2009

JUDICIAL VERSUS EJECUTIVO: irresponsabilidad democrática.

Hoy el Estado se ha puesto en huelga para pedir al propio Estado mejoras en sus condiciones laborales. Algo que parece tan sencillo nos coloca a los pies de la huelga más importante de nuestra historia. La razón es que los jueces son unos funcionarios especiales, es decir, unos funcionarios a quienes se la ha delegado uno de los tres poderes fundamentales de un Estado que son: legislativo, ejecutivo y judicial.

La separación de estos tres poderes desde las Revoluciones Liberales ha venido garantizada desde entonces, exeptuando en momentos de oscuridad dictatorial. Son quienes nos permiten vivir en un Estado de Derecho donde la garantía de lo democrático está protegida. Ahora la irresponsabilidad de unos pocos nos dejan como ciudadanía sin el derecho a una justícia competete.



La CE no prohíbe el derecho a la huelga de los jueces pero tampoco se lo prohíbe al resto de personas que sustentan a los otros dos poderes, es decir, al cuerpo de diputados y diputadas con el legislativo y al cuerpo ministerial con el ejecutivo. Y veríamos con malos ojos y preocupación que desaparecieran de sus cargos.

Lo que está claro es que el poder judicial no puede quedarse sin guardianas ni guardianes porque da luz verde a que el resto de poderes hagan lo que les venga en gana. Es un acto de irresponsabilidad y un ejercicio de autocomplacencia brutal. Desde luego, así no se construye la justicia y la democracia sino el Estado de la Necesidad contractualista. Existen otros mecanismos para solicitar a los otros dos poderes las mejoras que se solicitan, por supuesto legítimamente(por cierto, en los ocho años de Aznar y la derecha estuvieron callados mientras no se destinaban partidas presupuestarias serias a la modernización de los Tribunales).



En definitiva, los y las jueces no tienen derecho a la huelga por ejercer un poder estatal (el judicial). Si los tres poderes cayeran en la misma irresponsabilidad a la vez, volveríamos a la época del silencio abrumador y la dictadura asesina.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Este es el David que jo vullc.
Alla va el meu comentari.

Els jutges fan vaga front al govern de la democracia que mes ha invertit en Justicia.
Des de l'Executiu s'informa de les cifres:la inversió en la Administració de Justicia ha augmentat un 50% des de 2004 quan els socialistes arribaren al poder, mentre que en la primera legislatura es crearen 1.148 places de jutges i fiscals, mes del doble de les generades en els últims anys d'Aznar. També, a diferencia d'altres administracions, no es va congelar l'oferta d'ocupacio pública, mentre que en 2008 es dedicaren 129 milions d'euros a modernitzar i augmentar les dotacions materials, pressupost que aquest any ascendirá fins els 135 milions d'euros.

Per qué no li van fer una vaga al senyor Aznar quan invertía menys de la mitad del que invierteix avui el govern socialista?

Anónimo dijo...

Per cert, se m'havia oblidat signar el meu comentari encara que David ja s'haura imaginat qui soc.

T.a.p.

PROGRESSISME dijo...

Gràcies TAP per ensenyar-me tant. Amb les teues dades reforces les meues reflexions amb allò cuantitatiu.

És cert que torne a trobar-me amb forces però continue amb menys ilusió que mai. Suposse que el temps la tornarà a regenerar.

Amb gent com tú el món de la política és millor.

Juanjo Rubio dijo...

Me ha gustado mucho el artículo, y también el comentario de T.A.P.

Es una vegüenza...

Saludos a todos.

Anónimo dijo...

En ocasiones me da la sensación de vivir en un pais de pandereta,los jueces en huelga para mejorar su condición laboral,estos señores que trabajan menos que el sastre de Tarzán y que cada uno aplica la ley como le sale de las narices.Yo les invitaria a vivir como un obrero,con sueldos miserables y trabajando cuarenta horas semanales en el mejor de los casos,por que tambien podrian elegir los veintiun dias seguidos,en fin,lo que tendré que ver en este pais.Salud y República.

Paco Peña Martínez