Rajoy en "Tengo una pregunta para usted": con una P sí y con la otra P no.

Ayer Rajoy asistió a "Tengo una pregunta para usted", un nuevo formato de la televisión pública al que tanto Zapatero como Rajoy han asistido dos veces.
Siempre Zapatero antes que Rajoy, entre otros aspectos, porque Rajoy dijo que no iría a este programa hasta que no pasaran las elecciones gallegas y vascas, supongo que por miedo a patinar en su puesta en escena.

Lo que pudimos ver fue a un Rajoy con un pelo sospechosamente más oscuro, lo dejaré ahí, y una estudiada forma de ser cercana al público invitado. Más que un programa político parecía un programa de geografía española, ya que Rajoy hacía gala de haber recorrido cada lugar y cada zona de España al estilo Félix Rodríguez de la Fuente en Aragón.

En definitiva, vimos a un Rajoy HIPÓCRITA que lleva cinco años lanzando mensajes catastróficos y pesimistas y, que de repente, de la mañana a la noche en este caso, se presentaba como responsable y seguro de la economía española.
Mientras que no paran de crear fantasmas en una economía que necesita fundamentalmente confianza, al mismo tiempo apuestan por un sentido de estado falso y un patriotismo de salón y ornamental. En el PP mientras una P nos mete el miedo en el cuerpo para hundir más a la economía, la otra P no ofrece una gran quietud y consensos falsos para engañar a la ciudadanía.


También vimos a un Rajoy MENTIROSO que dijo que curaría a su hijo con células madre cuando sistemáticamente el PP se ha opuesto, junto a la Iglésia, a que se puedan curar enfermedades gracias a estas investigaciones punteras. Muchas investigadoras e investigadores han tenido que huir de España o sufrir mucho por querer mejorar nuestra calidad de vida, o sino que se lo pregunten al ministro Bernat Soria.
Pero es la historia de siempre, la derecha obstaculiza el progreso de los avances sociales con una P, pero con la otra P se benefician de ellos, tal y como ha pasado con los matrimonios homosexuales o el divorcio.

Vimos a un Rajoy ESQUIVO que pasó de forma rápida y casi cautiva por los temas referidos a la corrupción en su partido. Personajes como Camps, Aguirre o Fabra no se nombraron. Un tema silenciado con las respuestas del señor Rajoy. Si la corrupción hubiese sido en la izquierda las cosas estarían de otra manera y el PP no pararía de hacer ruido. Con una P piden dimisiones en el Psoe por minudencias y, con otra P, sus presuntos implicados siguen en el cargo como si nada.

Rajoy volvió a no presentar alternativas. Un político que también está SUPERADO por la crisis mundial más potente y compleja desde la caída del año 29 de las bolsas mundiales. Lo poco que puso sobre la mesa o ya estaba llevándose a cabo por el Psoe o simplemente, eran las mismas recetas antiguas para los mismos problemas arcaicos que sólo reproducen las mismas crisis cíclicas vetustas. Nos vendió su famosa rebaja de impuestos que sólo beneficia a quienes más tienen. Un estado que no ingresa dinero es un estado anoréxico que no puede ayudar a quienes peor lo están pasando. Eso es lo que quiere el PP. Con una P nos vende una rebaja de impuestos muy atractiva y, con la otra P, nos propone un SÁLVESE QUIÉN PUEDA muy própio de Esperanza Aguirre en la India.

Ayer el Señor Rajoy, a pesar de su giro hacia la moderación y la responsabilidad por primera vez en cinco años, sólo nos volvió a dibujar la España de la pandereta, del crucifijo y de las desigualdades.

Si el PP hubiera estado en el poder, tal y como pasaba con el Señor Aznar o como aun pasa con el Señor Camps en el País Valenciano, ni hubieran vuelto los cara a cara electorales ni, mucho menos, hubiera habido en la televisión pública formatos tan democráticos como el de ayer que dan voz a la oposición. Sólo la democracia existe cuando las fuerzas progresistas gobiernan. Queremos una ciudadanía responsable que sepa qué es lo que el progresismo propone o qué es lo que la derecha rancía propone. Queremos que la gente sepa lo que unos representan lo que otros y otras representamos.