Ante la peor crisis mundial que se recuerda desde 1929, los Estados intentan dar respuestas a las dificultades concretas con las que se están encontrando. A cada país la crisis le afecta de una forma y, a España, la agresión se sufra con una pérdida fuerte de empleo que deja a muchas familias en una difícil situación. Todo se debe al modelo económico que en 1997 se inició con el gobierno de José María Aznar.
Nuestro gobierno sabe que, ante una crisis mundial las respuestas deben de ser mundiales, lo cual no implica que no estemos haciendo todo lo posible para remontar la situación y, sobre todo, para proteger a quienes menos tienen. A esas personas que sabemos que lo están pasando mal porque nosotros, en primera persona, también sufrimos la crisis.
Pasado el tiempo, llegan nuevas etapas de esta crisis que requieren de nuevas carteras y, nuesvas estratégias y, sobre todo, nuevas caras, que sepan derrotarla una vez que ha sido frenada y sabemos que, según voces expertas, existen algunos indicadores que apuntan ya a una recuperación futura, a un cambio de tendencia. Es decir, estamos as punto de tocar suelo.
Nuevas cara que imprimen mayor fuerza política al gobierno, mayor capacidad mediática que sepa desmontar las tesis falsas del Partido Popular que sólo juega a desgastar al ejecutivo con medias verdades y frases ceranas pero vacías de contenido. Personas que sabrán vender el mensaje de lo que hacemos y sabrán contrarestar a la oposición más dura y más sucia de toda Europa.
LOS CAMBIOS EN EL GOBIERNO:
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